MIGUEL FAJARDO


Traído a colación por
Nidia González
Michelle J. Wong


Trae a colación a
Alfonso Chase
Marco Tulio Gardela
Ligia Zúñiga Clachar


Vida y milagros
Licenciado en Español, Lingüística y Literatura. Académico en la Universidad Nacional de Costa Rica, Sede Regional Chorotega. Vicepresidente del Centro Literario de Guanacaste, Costa Rica.
Dirige la columna mensual “Perfiles”, periódico “Anexión”, Guanacaste. Premios: Joven Creación, Alfonsina Storni, Jorge Volio y Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica. Ha publicado 500 artículos en medios de prensa nacionales, internacionales e Internet. Su labor mereció la tesis: “La poesía de Miguel Fajardo: contribuciones al estudio de la literatura en Guanacaste” (Marielos Novoa Quesada, Universidad Nacional de Costa Rica, 1992: 154). La Municipalidad de Liberia y la Asociación para la Cultura bautizaron con su nombre la Sala principal de la Casa Gobernación de Guanacaste, Costa Rica, en el 2002. Su tesis se titula: “El acento corporal en Los elementos terrestres de Eunice Odio” (Universidad Nacional de Costa Rica, 2003: 129).


Miguel dixit
"La poesía sigue siendo una ventana para mirar al mundo desde todas las fronteras. La creación es un compromiso ético y estético de hondo significado para hacer dable el milagro de la concienciación, en aras del mejoramiento. La poesía es un oficio del alma, mediante el cual es posible crear mundos para agrandar la perspectiva holista del universo humano. Es por medio del arte que el ser se rehumaniza, en busca de nuevos derroteros que posibiliten otros ojos para entender la cotidianeidad desde la aldea global que nos ha correspondido vivir. La poesía es un espacio para el crecimiento interior del ser humano. Un ámbito de señales para divisar el horizonte de los días y las horas, a fin de meditar sobre los avatares del ser humano de siempre. Reitero, la poesía es un arma de propósitos. Un medio necesario para entendernos desde la palabra. La respuesta inminente ante los apologistas del mal y la incomprensión. Por encima de todas las estrías de la maledicencia, la poesía ha servido, desde siempre, para equilibrar el mundo. Así ha sido hasta hoy y seguirá siéndolo mañana."


Poemas

LA ANGUSTIA EN LOS GRITOS

Los fantasmas tejen la hoguera
de los cuervos.
El comienzo de todos los caminos,
cuando la llama del mar
incendió la ausencia,
la batalla del sueño y el asombro.
Voces ocultas demarcan
los límites de la sombra.
La destrucción de los contrarios
en el suplicio de la sed.
Las colinas se desangran
después de la calma;
el mundo hambriento
huye a la infinitud.
La angustia estalla en los gritos,
antes de cada bombardeo
contra los desheredados.






NADA SE PIERDE CON EL POEMA

Los mendigos sueñan con el pan.
La cruel historia de sus víctimas.
Es irresistible el amor no terminado,
el castigo contra los desposeídos
en el refugio de las humillaciones.
Hay verbos para maldecir
la intolerancia.
Nada se pierde con el poema,
cuando le nacen furias
y crecimientos rabiosos al deseo.
La miseria derriba los milagros
de los inculpados,
la misma sensación
entre el pecado y la duda.
En todas partes,
cada mundo es un desamparo.

Frente al hambre
se rebelan los mendigos,
cada día de la tierra.

Decisión unánime.






EL HORIZONTE SE RESISTE

El crimen como duelo alojado
en la traición. Digamos el sufrimiento
más temible.
Los barcos trajeron los dogmas
en el martirio de los castigos.

Los mares endurecen
los abatimientos del naufragio,
ese desbordarse hasta la oscuridad
del fuego en los registros.
La coreografía de los derroches
como sombra del sol
que ya no existe.
Los sueños gruñen la historia
de la indefensión.
Las incertidumbres permanecen
como borradores de sentencia.
Desheredados,
es hondo el remordimiento
por no haber hecho nada
en el sitio del réquiem.
El horizonte se resiste.
Cada latido es un holocausto
en todas las rutas de las sombras.
El crimen continúa demacrando
el corazón de las estrellas,
los exilios del camino.

El oprobio.


(Poemas inéditos)