ESTEBAN RAMÍREZ


Traído a colación por
Angélica Murillo
Jonatan Lépiz
Joan Bernal
Adriana Jiménez Quesada
Sebastián Miranda


Trae a colación a
Jonathan Lépiz
Sebastián Miranda
Esteban Aguilar
Sebastián Arce Oses
Adrianan Jiménez Quesada
Diego Piedra
Alejandro Cordero
Diego Mora
Roberto Obando
Mario Rucavado
Alexánder Obando
Juan Antillón
Mauricio Molina
D'lia McDonald
Paola Valverde Alier
Dennis Ávila


Vida y milagros
Esteban Alonso Ramírez (Heredia, 1983). Aprendiz en los géneros de haiku, poesía y cuento. Comenzó a tallerear y participó en sus primeros recitales como miembro del Taller Literario Netzahualcóyotl de Heredia, en el 2002. Posteriormente, unió esfuerzos con el Taller Literario “Libertad Bajo Palabra” de San José desde el 2006 hasta la disolución del mismo. Su primer poemario, Corazón de los días, está pendiente de publicación.


Esteban dixit
"Me abstengo de esta parte. No creo poder acertar donde los mejores poetas han fallado."


Poemas


SENSIBILIDAD

Su rostro indiferente
mira como aldea la Avenida Central.

Un niño sucio
le pide una moneda.

Al llegar al estacionamiento
la chica derrama una lágrima.

Alguien rayó su Mercedes.





SACADO DE LAS AGUAS


Cuando bajó del monte
todos sabían
que él había escrito esas leyes.

Al preguntar
por el resplandor en la cima
todos dijeron
que por cuarenta días
brilló como un sol.

Satisfecho
siguió con la misión
de controlar sus vidas
guiarles por sendas circulares
e instruirles en temores
soberbia
sed de sangre y venganza
para saciar
la extraña justicia
de su dios egoísta.

Riñeron con él
muchas, terribles veces
aunque nunca con esos dramas
pestes o becerros
descritos por los santos mentirosos
que inventarían sus hechos.

Pasaron años (quizá demasiados)
hasta que murió ante la frontera
de su más pesada herencia.
Sonreía, como ellos
rara vez volverían a hacerlo.

El egipcio redentor
dejó promesas
capaces de sostener un dolor perpetuo
y enseñanzas
que harían padecer horrores
a todas las generaciones de la Tierra.

Se aferraron a su recuerdo
sabiendo sólo
que en el desierto
como en la vida
no es mucha la esperanza

pero se sufre lo que haga falta
por quien nos hace olvidar
que al final, tal vez

no haya ninguna.





CINCO HAIKU

I
como los dioses
dos niños se divierten:
aplastan hormigas

II
otro ocaso
mirar su columpio mecerse
esta vez vacío

III
luna llena: hoy
también te miro pleno.
ya menguaremos

IV
desvelado
seguro de que ambos moriremos
saludo al sol

V
aquella brisa
incapaz de hacerse haiku
me atormenta